Que dice Edgar Cayce de Las civilizaciones antiguas

Cuando Edgar Cayce se hallaba en un estado de trance autohipnótico, podía retroceder al pasado. A este tipo de percepción extrasensorial se le llama «retrocognición».

La retrocognición permitía a Cayce describir sucesos que habían ocurrido en la encarnación actual o en las vidas anteriores de las personas para quienes efectuaba las lecturas. También le permitía hablar de los eventos históricos, de las transformaciones geológicas del planeta en las diferentes épocas y de las grandes migraciones que acompañaron dichas transformaciones, de la evolución de la humanidad, así como de los lugares donde se podían hacer importantes descubrimientos arqueológicos.

Edgar Cayce suministró gran cantidad de información sobre el mundo antiguo y el mundo prehistórico. Entre otros temas, evocó:

•    La historia de la Creación.
•    El origen y la evolución de las razas.
•    Los continentes sumergidos de la Lemuria y de la Atlántida.
•    Las civilizaciones desaparecidas, en particular la de Egipto alrededor de 10.000 a.C. y la de Persia alrededor de 8.000 a.C.
•    Los misterios de la Biblia, incluso la vida de Jesús y la de otros personajes bíblicos.
En muchos casos es difícil o imposible comprobar la exactitud de esta información. De hecho, las lecturas de Edgar Cayce afirman que la historia de la humanidad se remonta a unos diez millones de años. No obstante, ciertas investigaciones arqueológicas o científicas modernas confirman los hechos mencionados por Cayce.

En 1936, once años antes del descubrimiento de los manuscritos del mar Muerto, las lecturas hablaron de una secta judía llamada «los esenios«*. Según Cayce, dicha secta apareció unos cuatrocientos años antes del nacimiento de Jesucristo y se extinguió a causa de la persecución de los primeros cristianos. Edgar Cayce dio amplios detalles sobre su manera de vivir y trabajar. En 1951, seis años después de la muerte de Cayce, excavaciones arqueológicas evidenciaron la existencia de una comunidad esenia en Qumran, cerca del sitio donde se habían encontrado los manuscritos del mar Muerto.

*Nota: Aquellos que se mencionan en un post pasado: La Manera perdida de Orar de los Esenios

Varias lecturas indican que el curso del Nilo cambió de dirección hace mucho tiempo; previamente el río cruzaba África hacia el oeste y desembocaba en el océano Atlántico a la altura del Congo actual. Fotografías aéreas tomadas por satélite en 1986 detectaron cauces de ríos desconocidos al sur del Sahara. Investigaciones arqueológicas basadas en estas observaciones confirmaron que el Nilo, en una época, atravesaba África hacia el océano Atlántico.

«El Nilo desembocaba en el Atlántico. Lo que ahora es el Sahara, era una tierra poblada y muy fértil. Lo que ahora es la parte central de los Estados Unidos, o la cuenca del Mississippi, en aquel entonces estaba cubierta por el océano. La única tierra existente del continente norteamericano actual era una meseta que constituye hoy en día una parte de los estados de Nevada, Utah y Arizona.«
[Lectura 364-13]

Desde que Platón escribió por primera vez acerca del continente perdido de la Atlántida, éste ha sido objeto de muchas especulaciones. Las lecturas de Edgar Cayce ofrecen una serie de revelaciones sobre la Atlántida. Indican que huellas del continente perdido se encuentran en diferentes partes del mundo, específicamente en Egipto, la isla de Bimini, la península de Yucatán y los Pirineos. Actualmente se están investigando unas estructuras submarinas alrededor de la isla de Bimini, como pruebas potenciales de la Atlántida.

Sólo el tiempo dirá en qué medida puedan comprobarse los datos históricos mencionados en las lecturas de Edgar Cayce sobre la Atlántida, Egipto, Persia y el pasado remoto de la humanidad.


Un Comentario

  1. Gracias por coindicidir con mis investigaciones y reminiscencias, porque me dan seguridad, que no solo yo tengo esas reminiscencias y sueños, sueños que sueñan de esa forma un se salve el mundo y dejen de pelear los humanos.

  2. Pingback: Ferran Sala Casasampere » Los círculos megalíticos de Göbekli Tepe- 12.000 años de antigüedad


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